La discoteca d'AMPLI, IV: The Kinks

Miss Danger s'emociona amb The Kinks i Fonti amb l'Orquestrina La Mundial.
Quart batch de la Discoteca.

... l'ha udita mai qualcuno?


The Kinks Face to Face (Reprise, 1966)


Allá, por el año 1970, Nick Cohn escribía en el capítulo dedicado al R&B inglés de su imprescindible Awopbopaloobop alopbamboom: una historia de la música pop :

"Davies nunca ha estado muy de moda y siempre ha sido muy despreciado por sofisticados y hippies de todas partes, pero casi todas sus cosas han sido hits y yo, por mi parte, lo califico muy alto.
Ha sido un compositor original: tiene sus propias ideas, su propia progresión particular, y no hay quien pueda alejarle de su línea. Siempre ha estado separado del resto del pop, hace sus experiencias por su cuenta y así ha resultado que, según el pop se ha ido haciendo más complicado, él se ha hecho más sencillo, más infantil y sus canciones han acabado siendo como canciones de cuna.
Sus letras son exposiciones incompletas, pequeños eslóganes sin pretensiones, con líneas graves como trombones, arrastrándose pesadamente como un rebaño de elefantes, y su propia voz, llana, trémula y torpe como la de un George Formby pop.
El todo queda cojo, desequilibrado, a un paso del desastre, pero no se sabe cómo consigue un extraño sentido.
No escribe acerca de nada en especial, calles, casas y pubs, días a la orilla del mar, pequeños amoríos, cosas que no cambian y temas por el estilo. En general, escribe acerca de pequeñas vidas y de pequeños placeres. Es un romántico total, pero siempre refleja cierta malicia, parece reírse de sí mismo".

Qué mejor definición de Ray Davies y de su música que la realizada por el veterano periodista. Face to Face es el cuarto álbum de un grupo excepcional que tuvo la nada fácil tarea de hacerse con un hueco en una escena musical copada por las tres grandes bandas de la British-invasion: The Rolling Stones, The Beatles y The Who. Con este disco se produce un punto de inflexión en la trayectoria del grupo y a partir de este momento se despliega el verdadero sonido The Kinks. La genialidad de Ray Davies se muestra en unas composiciones aparentemente sencillas pero sutiles, aparentemente inofensivas. Expansión de sonidos, la psicodelia planea.

En el disco encontramos joyas como "Too Much on my mind", "Fancy" y, uno de sus grandes hits, "Sunny Afternoon". Quizás sean éstas mis canciones preferidas pero lo cierto es que, en todo el disco, no sobra ni una sola. Qué bueno que es Face to Face, qué maravillosos fueron aquellos años, qué talento el de Davies, qué bien que siempre nos quedarán los Kinks. Su discografía, imprescindible en cualquier discoteca que se precie.

Puedes encontrar el álbum y los discos en la Xarxa de Biblioteques de la Diputació de Barcelona. Y si con los discos no tienes suficiente, pide en tu hábitat musictecario más cercano, el libro Kink: una autobiografía, donde Dave Davies, hermano de Ray, miembro fundador y guitarra solista de la banda, explica de primera mano los avatares personales y grupales de los Raros.

No puedo despedirme, sin antes ofreceros la escucha de una pequeña selección con temas kinkianos. Es que me emociono...
God Save The Kinks!